De acuerdo con los especialistas, al fumar se afecta el riego de sangre a los dientes, ya que los vasos se estrechan, provocando que no lleguen los nutrientes justo a los tejidos que más los necesitan.
No obstante, no sólo se trata del consumo de tabaco, sino de la falta de higiene dental en general, misma que provoca la enfermedad periodontal, la cual se traduce como una afectación en los tejidos de soporte del diente, provocando inflamación e infección.
El primer síntoma de la periodontitis para los fumadores es la profusión de sangre durante el cepillado, lo cual se va convirtiendo en un problema crónico que deriva en una bolsa periodontal (espacio entre la encía y el diente). Ello merma el soporte y el ligamento que fija la pieza al hueso; entonces, ésta se afloja, el paciente presenta inflamación, sangrado y, con el tiempo, algunas de ellas, especialmente los molares e incisivos inferiores, se debilitan.
El hueso decrece su capacidad de regenerarse y el paciente, irremediablemente, termina con la pérdida de piezas”, explicó el médico.
El especialista indicó que el 80 por ciento de los fumadores tienen este problema, y son candidatos a perder una pieza, la cual no puede ser implantada sino postiza, aunque la técnica es socorrida y restaura el problema hasta un 100 por ciento.
Por otro lado, el consumo de tabaco “provoca manchas café obscuro en los dientes, muy adheribles al sarro, entonces éste se convierte en uno café y pardo. En la lengua aparece una mancha, como una sábana café, y por supuesto las paredes bucales (mejillas) también se pigmentan”. Sin embargo, el peor daño que genera el consumo de tabaco es el cáncer de lengua, el cual tiene generalmente un diagnóstico tardío, y cuyos efectos son aún más devastadores si el consumo de tabaco se combina con alcohol.
Otro problema de los fumadores con su higiene bucal es la halitosis, debido a la mezcla de microorganismos con la enfermedad periodontal, que genera un goteo de pus; de ahí que sea tan importante, como señaló el especialista, cepillar detrás de la lengua, y consumir goma de mascar con xilitol, edulcorante artificial.
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